Rosbif con salsa de arándano Rosbif con salsa de arándano

Rosbif con salsa de arándano

  • 3 horas 30 min tiempo de cocción
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Sirve una obra maestra de la cocina con un deslumbrante rosbif, verduras asadas y salsa de arándano. Se abre el telón para dar paso al espectáculo más esperado del año: el clásico asado de Navidad. Súbete al escenario y deleita a tu público con un delicioso rosbif con verduras asadas y salsa de arándano. Con un toque de canela, la salsa aporta un sutil sabor navideño a la carne de vacuno perfectamente cocinada y a los tubérculos caramelizados. Corona la magnífica gala de estas fiestas con ingredientes de alta calidad y una alegría navideña espectacular.
Sirve una obra maestra de la cocina con un deslumbrante rosbif, verduras asadas y salsa de arándano. Se abre el telón para dar paso al espectáculo más esperado del año: el clásico asado de Navidad. Súbete al escenario y deleita a tu público con un delicioso rosbif con verduras asadas y salsa de arándano. Con un toque de canela, la salsa aporta un sutil sabor navideño a la carne de vacuno perfectamente cocinada y a los tubérculos caramelizados. Corona la magnífica gala de estas fiestas con ingredientes de alta calidad y una alegría navideña espectacular.

Método

Carne de vacuno
1
Saca la carne del frigorífico 1 hora antes del paso 3 y deja que alcance la temperatura ambiente.
Consejo
Al asar la carne con hueso, un asado de tres costillas (aproximadamente 3 kg) será suficiente para unas siete u ocho personas. Calcula aproximadamente 400 g por persona.
2
Precalienta el horno a 225 °C (210 °C con convección o nivel de gas 8).
Consejo
Sustituir el horno por una freidora de aire es una manera excelente de conseguir un rosbif con una textura impresionante e intensos sabores. El rosbif alcanzará el equilibrio perfecto entre una costra exterior crujiente y un interior jugoso y tierno.
3
Restriega la carne con sal y pimienta.
4
Coloca el romero en el centro de una fuente para horno fría, corta el ajo por la mitad sin retirar la piel y colócalo encima del romero. Coloca el rosbif sobre el romero con los huesos hacia arriba.
5
Introdúcelo en el horno a media altura y cocina durante 20 minutos; después, baja la temperatura a 180 ºC (160 ºC con convección o nivel de gas 4). Cocina durante 2 horas más para obtener una cocción media.
Consejo
Si no tienes un termómetro para carne, comprueba el punto de cocción pinchándola en el centro con una brocheta o un cuchillo pequeño afilado. El jugo saldrá rojo si la carne está muy poco hecha, rosado ​​si está al punto y transparente si está muy hecha.
Verduras
1
Mientras la carne está en el horno, prepara los tubérculos: sin retirar la piel, lava bien las zanahorias, las chirivías y los nabos y córtalos en rodajas de unos 3 o 4 centímetros. Pela las cebollas rojas y corta cada una en 6 cuñas.
2
Mezcla todos los tubérculos, la cebolla roja, el tomillo, la sal y la pimienta. Coloca la mezcla en una fuente o bandeja para horno de 40 x 50 centímetros. Distribuye uniformemente y coloca pequeñas porciones de mantequilla encima.
3
Cocina en el horno con la carne durante 30 minutos; dales la vuelta a mitad de la cocción.
Salsa de arándano
1
Coloca los arándanos, el azúcar y el agua en una cacerola con una rama de canela y cocina a fuego lento durante 20 minutos, removiendo de vez en cuando.
Consejo
Para facilitar el proceso, puedes elaborar la salsa con arándanos rojos deshidratados. Solo tienes que acordarte de rehidratarlos antes de usarlos. Remójalos en agua caliente, zumo de naranja o incluso un licor oloroso, como el oporto, durante al menos una hora, hasta que se hinchen. Después de escurrirlos, puedes cocinarlos como si fueran arándanos frescos o congelados. Es posible que tengas que ajustar el azúcar ya que la fruta deshidratada es más dulce, así que no te olvides de probarlos.
2
En un bol pequeño, mezcla la maicena con 100 ml de agua fría y remueve bien. Añade lentamente a la salsa de arándano sin parar de remover. Lleva la salsa a ebullición y deja que se cocine a fuego lento durante 3 o 4 minutos. Si te gusta la salsa más espesa, añade más maicena hasta que tenga la consistencia que deseas. Reserva la salsa para utilizarla más tarde y caliéntala de nuevo antes de servirla.
Para servir
1
Cuando la carne esté asada, sácala y deja que repose durante 15 minutos antes de cortarla.
2
Cubre la carne con papel de aluminio o un paño de cocina. Evita apretarla demasiado, ya que la carne sudará y perderá jugosidad.
3
Corta la carne con el hueso: coloca la carne en una tabla de cortar, con los huesos hacia arriba, y dale la vuelta de forma que los huesos queden alineados en dirección contraria a ti. Sujeta bien el asado con un tenedor y, a continuación, desprende los huesos del costado de la carne con un cuchillo afilado. Cuando los huesos estén sueltos, dale la vuelta al asado y trocea la carne en sentido contrario a la fibra en rodajas de 1 cm de grosor. Si prefieres rodajas extragruesas, haz cortes de 1 a 2 cm.

Todo lo que debes saber sobre el rosbif

Cocinar un rosbif con tubérculos y salsa de arándano te permite elaborar una espectacular comida navideña repleta de sabor. Si quieres saber más sobre los ingredientes de calidad de esta receta de rosbif, lee a continuación las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes.

  • El tiempo de cocción del rosbif con hueso depende de dos cosas: el tamaño de la pieza de carne y si la prefieres muy poco hecha, muy hecha o al punto. Como norma general, el rosbif se cocina primero a alta temperatura durante 20 minutos para que se forme una costra dorada y después a 180 ºC/160 ºC entre 15 minutos (si la prefieres muy poco hecha) y 30 minutos (si la prefieres muy hecha) por cada 500 g. Con 20 minutos por cada 500 g quedará poco hecha, mientras que con 25 minutos quedará hecha. Deja siempre reposar la carne durante al menos 15 minutos después de asarla para garantizar que quede tierna y jugosa.
  • Una vez cocinado, el rosbif se puede conservar en el frigorífico durante 3 o 4 días. Para maximizar su frescura y evitar que se seque, envuélvelo bien en film transparente o papel de aluminio, o guárdalo en un recipiente hermético. Refrigera siempre la carne en las dos horas siguientes a su cocción para garantizar su seguridad alimentaria.
  • El rosbif combina genial con diversas verduras, especialmente los tubérculos, que complementan el sabor intenso y sabroso de la carne. Las opciones clásicas son zanahorias, nabos y chirivías, que pueden asarse con la carne o por separado para obtener un dulzor caramelizado que equilibre la sustanciosa carne. Las cebollas rojas, con su sabor suave y ligeramente dulce, también son un delicioso complemento. Ásalas hasta que están blandas y ligeramente doradas. Los dientes de ajo enteros asados o el puré de ajo asado untado también pueden aportar una nota aromática que se fusiona a la perfección con el resto de la comida y realza su sabor.
  • Sí, la salsa de arándano se puede congelar. La congelación es una opción práctica para conservar su frescura durante más tiempo y no altera su delicioso sabor agridulce. Para congelar una salsa de arándano casera, asegúrate de que se haya enfriado por completo y, a continuación, transfiérela a recipientes herméticos, bolsas de congelación de alta resistencia o frascos de vidrio, dejando algo de espacio para permitir que se expanda. Se puede congelar durante un máximo de tres meses. Cuando quieras utilizarla, deja que se descongele en el frigorífico durante toda la noche. Si la salsa tiene un aspecto acuoso al descongelarse, llévala a ebullición suave hasta que recupere la consistencia deseada.
  • La salsa de arándano combina bien con una gran variedad de platos, como el rosbif. En esta combinación clásica, la salsa aporta un contraste ácido con el sabor intenso y sabroso de la carne. Su acidez y dulzura equilibran a la perfección la rotundidad de la carne de vacuno y realzan su sabor. Además, la salsa de arándanos frescos complementa bien las cebollas rojas y los tubérculos asados, y equilibra su dulzor terroso y caramelizado con una nota fresca. Es lo suficientemente versátil como para combinar con el pavo, otras aves, el cerdo y la caza, así como con exquisitas tablas de quesos.
  • Prueba a usar la salsa de arándano sobrante como untable para sándwiches, especialmente los elaborados con rebanadas de rosbif, pavo o pollo, para añadir una explosión de sabor. Combínala con yogur o avena para disfrutar de un desayuno dulce y ácido. Mézclala con masa para magdalenas o tortitas o úsala como cobertura para postres, como el helado o la tarta de queso. También puedes utilizarla en cócteles o bebidas sin alcohol. Además, prueba a mezclarla en vinagretas para ensaladas o úsala como glaseado para carnes, si quieres introducir una deliciosa nota agridulce en tus platos. De esta manera, podrás reutilizar una sencilla salsa de arándano de muchas y deliciosas maneras.
Donde hay cocineros, hay esperanza

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Cocineros: encuentren la grandeza en su refrigerador, tomen sus utensilios e ingredientes y pongan en la mesa un poco de bien para el mundo.

Empieza a cocinar

Con el sabroso rosbif con hueso alcanzarás la excelencia

Corona tu rosbif con una medida de Lurpak® y sirve un festín con sabor navideño. El hueso aporta más intensidad y profundidad a la carne durante el proceso de cocción lento y controlado, que a su vez hace que la carne quede más jugosa y tierna. Cocinar el rosbif sobre ajo y romero fresco potencia la profundidad del sabor y aporta un toque aromático a la suculenta carne.

El rústico rosbif cocinado con hueso no es una comida sin más, sino una pieza central perfecta para reuniones y celebraciones. Se convierte en un espectacular punto que atrae todas las miradas en la mesa de comedor, en torno al cual se reúnen las personas.

Tiempos y temperatura de cocción para el rosbif

El rosbif debe cocinarse exactamente como a ti te guste. Solo tienes que ajustar el tiempo de cocción según tus preferencias. Calcula un tiempo de cocción de 15 minutos por 500 g para el rosbif muy poco hecho, de 20 minutos por 500 g si lo prefieres poco hecho, de 25 minutos por 500 g si lo quieres al punto y de 30 minutos por 500 g si te gusta muy hecho.

Para conseguir un rosbif perfecto, cocina la carne en el horno normal a 225 C (210 °C con convección o nivel de gas 8) durante 20 minutos. Esta cocción a una temperatura más alta durante los primeros 20 minutos te permite sellar el exterior, algo aconsejable tanto si te gusta muy poco hecho, como si lo prefieres al punto o muy hecho. Con este paso crearás una deliciosa y sabrosa costra dorada, repleta de sabor.

Después de este paso inicial, baja la temperatura del horno y cocina el rosbif suavemente a 180 °C en horno normal (160 °C con convección o nivel de gas 4) durante el tiempo restante (sin olvidarte de restar los 20 minutos del tiempo que hayas calculado en función del peso del asado). Con la cocción a temperatura más baja se obtiene un interior jugoso.

Deja reposar la carne en la fuente de horno a temperatura ambiente durante 15-20 minutos, para permitir que los jugos se distribuyan por toda la carne y obtener un asado jugoso y lleno de sabor. Asegúrate de que la carne no esté en un lugar frío ni cerca de una ventana abierta.

Para comprobar si la carne está hecha, mide su temperatura interna con un termómetro para carne. Debe indicar 40 ºC para carne muy poco hecha (a medida que repose, subirá a 54-56 ºC), 44 ºC para carne poco hecha (subirá a 58-62 ºC), 48 ºC para carne al punto (subirá a 65 ºC) y 65 ºC para carne muy hecha (subirá a 70-72 ºC).

Saca los tubérculos y potencia el sabor

Cocina deliciosos tubérculos en mantequilla con sal e imprégnalos con aromático tomillo alimonado para liberar todo su potencial. La mezcla de zanahorias dulces y terrosas, nabos ligeramente picantes y amargos, y suculentas chirivías con sabor a frutos secos crea una combinación completa de sabores reconfortantes y rotundos. Al asarlas, las verduras se vuelven tiernas y sus azúcares naturales se caramelizan, lo que potencia su dulzor e introduce una profundidad sutil. Con esta mezcla de verduras para rosbif con cebolla roja también se obtiene un impresionante despliegue de color.

Si está buscando otras formas de degustarlo, el rosbif también tiene un sabor delicioso si lo acompañas con, por ejemplo, puré de batata y harissa o ratatouille a la mantequilla.

Sírvelo con una deliciosa salsa de arándano

Completa tu rosbif con una colorida salsa llena de sabor. Cocinar la salsa de arándano desde cero es bastante fácil y puedes usar frutas del bosque frescas o congeladas, dependiendo de lo que tengas a mano. En cualquiera de los dos casos, el resultado es una salsa agridulce de color rojo intenso. La viveza de sus intensas notas de canela, dulce y especiada, combina a la perfección con la suculencia del rosbif y el dulzor caramelizado de los tubérculos asados. La salsa introduce acidez y sutiles sabores navideños, lo que la convierte en una comida perfecta para Navidad.

Haz tu propia versión

Una forma fácil de ser creativo con esta receta es usar diferentes especias y condimentos para la guarnición de verduras o para el propio asado. Prueba la salvia, que le dará un sabor ligeramente picante que recuerda al pino, con notas cítricas que combinan bien con la sabrosa carne. O usa hojas de laurel para aportar sutiles notas herbales al rosbif o las verduras. También puedes mezclar los tubérculos caramelizados con ralladura de naranja. Sus notas dulces y ligeramente amargas realzarán las verduras e introducirán un toque cítrico, vibrante y aromático, perfecto para Navidad.

También puedes incorporar otro sabor a la salsa para elaborar la salsa de arándano perfecta. Dos excelentes opciones son cocinar las frutas del bosque en zumo de naranja o en agua con oporto. Con la primera opción obtendrás una salsa de arándano y naranja con vibrantes notas cítricas, con la segunda, una suntuosa salsa de arándano y oporto con matices más profundos, ligeramente efervescentes y sofisticados.

Si te gusta el ajo asado, añade unos dientes a la mezcla de tubérculos y cebolla roja. También puedes introducir ajo picado en la mantequilla para las verduras para darles un toque aromático.